Postura
Caminar
y sentar correctamente con la hipnosis
La columna
vertebral tiene dos curvaturas naturales que necesita para
mantener la llama la "doble C" o "curvas S ', se trata de
encontrar las curvas de la base de la cabeza hasta los
hombros y la curva de la espalda superior a la base de la
columna vertebral . De usar la computadora tanto, o de
años de mala postura desarrolla los músculos
del cuello para compensar la posición encorvada, la
cabeza se proyecta hacia delante y pueden causar
migrañas. La hipnosis es la mejor forma de implantar
los mensajes en la mente subconsciente para reajustar
constantemente de forma automática su
postura.
Algunos
consejos:
Cuando
está sentado, trata de alinear la espalda con la
parte posterior de la silla. Evite encorvarse o inclinarse
hacia adelante, sobre todo cuando está cansado de
estar sentado en la silla por largos períodos.
Mantenga los hombros rectos.
Flexione
sus brazos en un ángulo de 80 º sobre los codos.
Usted puede tener que ajustar la silla de oficina. Mantenga
los pies apoyados en el suelo. Si hay un problema con los
pies para llegar hasta el suelo con comodidad, un
reposapiés se puede utilizar junto con la silla de
oficina. Asegúrese de que su cuello, y los talones
están todos en línea. Cuando usted está
caminando trata de mantener la cabeza erguida y los ojos
mirando al frente.
Postura:
Andar bien, Sentar bien
Evite de
empujar la cabeza hacia delante, y mantenga los hombros en
línea con el resto del cuerpo. Un colchón
relativamente firme generalmente es mejor para el soporte
adecuado hacia atrás, al dormir, aunque las
preferencias individuales es muy importante. Si prefiere
dormir sobre el lado, una almohada relativamente plana
colocada entre las piernas le ayudará a mantener la
columna alineada y derecha.
El auto
hipnosis es la mejor forma de plantar mensajes de ayuda en
el profundidad de su mente subconsciente.
MAS DE 3 HORAS DE
AUTOHIPNOSIS PARA LA POSTURA
Formato :
Mp3s de Descargas

|
Inducciónes
- Mins
Caribe
Playa....23m
Amazonas.......20m
Cósmico..........25m
Sahara............27m
El Faro............14m
Terror..............8m
El Rio.............11m
Militar..............8m
Afirmaciones
Contenidos
:
1. Postura
|
La importancia de
la postura: más allá de la columna
vertebral
La postura es una
manifestación visible de cómo nos relacionamos
con nuestro entorno, nuestro cuerpo y nuestras emociones. A
menudo pensamos en ella simplemente como una cuestión
física, la forma en que nos sentamos, caminamos o nos
mantenemos de pie, pero en realidad, la postura refleja y
afecta muchos aspectos de nuestra vida, desde la salud
física hasta la percepción social y el
bienestar emocional. Comprender su importancia y aprender a
mejorarla puede tener beneficios profundos y
duraderos.
Postura y salud
física
Desde un punto de vista
fisiológico, la postura se refiere a la
alineación y el posicionamiento del cuerpo en el
espacio, especialmente la forma en que la columna vertebral,
los hombros, la cabeza y la pelvis se relacionan entre
sí. Una postura adecuada distribuye el peso de manera
equilibrada sobre los músculos y las articulaciones,
reduciendo la tensión innecesaria y previniendo el
desgaste prematuro de los tejidos.
Una mala postura, por el
contrario, puede generar una variedad de problemas
físicos. El dolor lumbar, por ejemplo, es una de las
quejas más comunes entre adultos y muchas veces
está relacionado con una postura prolongadamente
encorvada al estar sentado. La tensión en el cuello y
los hombros, dolores de cabeza por tensión, e incluso
problemas respiratorios, pueden estar relacionados con una
postura incorrecta. Cuando la cabeza se proyecta hacia
adelante o los hombros se encorvan, se reduce la capacidad
pulmonar y se compromete la función
respiratoria.
El uso prolongado de
dispositivos electrónicos ha contribuido a lo que
algunos especialistas llaman síndrome de la
cabeza adelantada o cuello de texto, una
afección común en la era digital. Mantener la
cabeza inclinada hacia abajo durante horas ejerce una enorme
presión sobre las vértebras cervicales, lo que
puede derivar en problemas crónicos si no se
corrige.
Postura y
emociones
Más allá de
la dimensión física, la postura también
está estrechamente ligada a nuestras emociones.
Existe una relación bidireccional entre cómo
nos sentimos y cómo nos movemos. Por ejemplo, una
persona deprimida tiende a encorvarse, mantener la cabeza
baja y caminar con movimientos lentos. Pero lo contrario
también es cierto: adoptar una postura erguida puede
tener un efecto positivo en el estado de
ánimo.
Estudios en
psicología han demostrado que la postura corporal
puede influir en la autopercepción y el nivel de
confianza de una persona. Las llamadas posturas de
poder, como pararse con los pies firmes, la espalda
recta y los brazos abiertos o en la cintura, pueden aumentar
temporalmente la sensación de control, seguridad y
autoestima. Aunque los efectos de estas posturas no
sustituyen un tratamiento psicológico, sí
demuestran que el cuerpo y la mente están
profundamente interconectados.
La respiración
también se ve afectada por la postura. Una postura
encorvada limita la expansión del diafragma y los
pulmones, mientras que una postura abierta facilita una
respiración más profunda y eficiente. Respirar
correctamente no solo mejora el aporte de oxígeno al
cuerpo, sino que también tiene efectos calmantes
sobre el sistema nervioso, reduciendo la ansiedad y el
estrés.
Postura y
comunicación social
La postura no solo afecta
cómo nos sentimos, sino también cómo
los demás nos perciben. En contextos sociales,
profesionales o incluso románticos, la postura es una
forma de comunicación no verbal sumamente poderosa.
Una postura erguida transmite seguridad, apertura y
presencia. En cambio, una postura cerrada puede dar la
impresión de inseguridad, desinterés o falta
de energía.
En entrevistas de
trabajo, por ejemplo, la postura puede ser tan importante
como lo que se dice verbalmente. Un candidato que mantiene
contacto visual, se sienta erguido y gesticula con
naturalidad probablemente será percibido como
más competente que otro que se encorva, cruza los
brazos o evita mirar a los ojos.
Del mismo modo, en la
enseñanza, los oradores o profesores que dominan su
lenguaje corporal y adoptan posturas abiertas tienden a
captar mejor la atención de su audiencia y a generar
un impacto más duradero.
Cómo mejorar la
postura
Mejorar la postura no
requiere transformaciones drásticas, pero sí
constancia y conciencia. El primer paso es la
observación. Ser conscientes de cómo estamos
sentados, cómo caminamos o cómo nos mantenemos
de pie a lo largo del día permite identificar
patrones negativos que puedan estar afectando nuestro
bienestar.
Practicar ejercicios de
fortalecimiento y estiramiento también es clave.
Actividades como el yoga, el pilates o la natación
ayudan a mejorar la alineación corporal, fortalecer
los músculos posturales y desarrollar mayor
conciencia corporal. Los músculos del core
(abdominales, lumbares, glúteos y músculos
profundos de la espalda) juegan un papel fundamental en el
mantenimiento de una postura saludable.
Además, adaptar el
entorno en el que trabajamos o estudiamos es importante.
Ergonomía no es solo una palabra de moda: ajustar la
altura de la silla, la posición del monitor, el
ángulo del teclado y la frecuencia de las pausas
puede marcar una gran diferencia en nuestra postura
diaria.
Otro aspecto crucial es
el calzado. Los zapatos con demasiado tacón o sin
soporte adecuado pueden alterar la biomecánica de la
marcha y contribuir a una mala postura. Elegir calzado
cómodo y de calidad es una inversión en la
salud postural.
Postura como
práctica de autoconocimiento
Finalmente, trabajar en
la postura también puede ser una forma de conocernos
mejor. Observar nuestro cuerpo, cómo reacciona ante
diferentes emociones o situaciones, nos permite estar
más presentes y conectados con nosotros mismos. En
disciplinas como el aikido, la danza o el teatro, el cuerpo
es una herramienta de expresión y, a través de
la postura, se exploran identidades, emociones y
vínculos con el mundo.
Al mejorar la postura, no
solo buscamos evitar dolores físicos, sino
también vivir de forma más consciente,
más presente y más saludable. Una buena
postura es un acto de respeto hacia uno mismo, una manera de
habitar nuestro cuerpo con dignidad y
atención.
|