Adicto
a
Comer
Controlar
el adiccion a la comida con la
autohipnosis
En el
pasado, usted pudo haber estado con ganas de tomar un
atracón para aliviar su estrés, miedo, ira u
otras emociones difíciles, pero pronto
superará este problema, cada día está
aprendiendo a lidiar con el estrés y otras emociones
que pueden desencadenar en un atracón. Otro problema
con el trastorno por atracón es tratando de dieta,
pero pronto vas a entender este concepto erróneo, y
usted prefiere comer saludable.
Usted
disfrutará de comer alimentos saludables, lentamente
saboreando cada bocado y masticar cada porción de
alegría. A diferencia de otras adicciones como el
alcohol y las drogas, su "droga" es necesario para la
supervivencia, por lo que le resulta imposible evitarlo, en
cambio, va a desarrollar una relación más sana
con la comida-una relación que se basa en sus
necesidades nutricionales, y evitando cualquier
relación con los estados emocionales. Con el fin de
detener el patrón saludable de comer en exceso, es
importante comenzar a comer para la salud y la
nutrición.
El estado
de ánimo natural de aumentar los efectos del
ejercicio le ayudará a dejar de comer compasivamente.
Distinguir entre el hambre física y emocional. Salga
de dejar que sus emociones incómodas controlar la
forma de comer, libre del pasado ciclo vicioso de comer para
sentirse
bien.
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Ensaladas
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Hambre
El hambre no hace ruido,
pero se siente. No siempre aparece con pancartas ni con
grandes titulares. A veces es un niño que no puede
concentrarse en clase, una madre que finge no tener apetito
para que sus hijos coman, un anciano que extiende la mano
sin decir palabra. El hambre es uno de los rostros
más crudos de la desigualdad humana. Es tan cotidiana
que muchas veces se vuelve invisible. Y sin embargo, sigue
siendo una de las tragedias más urgentes del
planeta.
Cuando se piensa en
hambre, la imagen que viene a la mente suele ser la de
personas esqueléticas en zonas remotas, quizás
en contextos de guerra o sequía. Pero el hambre tiene
muchas caras, y no todas son visibles a simple vista. Hay
hambre extrema, esa que consume el cuerpo hasta sus huesos.
Pero también hay hambre crónica, hambre
silenciosa, hambre disfrazada de desnutrición leve,
de bajo rendimiento escolar, de falta de energía en
el trabajo.
El hambre no es solo la
ausencia total de alimentos. Es también la carencia
de alimentos nutritivos. Hay millones de personas que comen
todos los días, pero no se alimentan. Comen lo que
pueden, lo que encuentran, lo que está a su alcance,
aunque no sea suficiente para su cuerpo, su crecimiento o su
desarrollo mental. El hambre no siempre es una
cuestión de vacío estomacal. Es, muchas veces,
un vacío social.
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